Cada vez que salgo de casa es a tí al que acostumbro a ver antes que a nadie , a ti te daba los Buenos días, las buenas tardes y las buenas noches.
Me has visto triste, alegre, eufórica y furiosa.
Has escuchado confesiones inconfesables , me has llevado a todo rincón que se me antojaba.
Ahora con dolor en el alma te tengo que decir adiós, te deseé con todas mis fuerzas desde que tenía 17 años y aún sigo enamorada de tí, pero todo tiene un principio y un fin.
Siempre te tendré en mi corazón y mi recuerdo.
Y sí parezco una puta loca escribiendo este relato, pero no soy ni seré la última que se sienta así, aunque sí quizá la primera en expresarlo , pero yo soy así, me desahogo escribiendo.
Sed felices.