Desde mi balcón, como siempre, consigo ver como solo esos privilegiados , los niños, ven a sus abuelos, éstos, encerrados entre 4 paredes y los niños, privilegiados de poder salir, y respirar el aire fresco del ambiente .
Me resulta tan triste observar a esos abuelos viendo como sus nietos recorren las calles con sus bicicletas mientras ellos, se quedan apagados, tristes y ansiosos de libertad, donde el mejor momento de sus días es poder salir al balcón y divisar desde lo alto a sus nietos que contentos les saludan y se van a correr tan extasiados con su libertad que hasta se les olvida despedirse.
Libertad , es aquello que realmente necesitamos, no necesitamos la gran mayoría de cosas que nos exigimos sin querer creyénndonos que nos hacen falta.
Contamos los días como si se tratase de una cárcel, sin saber cuando nos darán la libertad me temo, que condicional, con el miedo a un posible encierro.
Analizamos las cosas y lo único que realmente necesitamos, no es material, sino sentimental , necesitamos cariño, sonrisas, abrazos, miradas y contacto.
Qué será lo primero que haga cuando salga de la pesadilla?
ABRAZAR
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