Ella, anulada por un ser despreciable, un ser que la tenía anulada y maltratada.
No se trataba de maltrato físico ( espero) era un maltrato psicológico diario, que la hacía pensar que no valía para nada, que sin él ella no sería nadie, tantos años y años, que ya era tarde.
Cumplía años y, aunque a sus 50 y pocos se mantenía estupenda, ya no iba a tener oportunidades como las podía tener ahora. Era su momento y lo estaba desperdiciando.
Qué sería de ella, un verdadero infierno.
La hacía una inválida emocional, una desgraciada que no conocía la risa.
Cada vez era más difícil para ella socializar, sonreír y poco a poco, era una muerta en vida. Y vaya vida.
Pobre mujer que un día fue poderosa y le arrebataron poco a poco su poder.
Como duele verlo y no poder hacer nada…
Como duele verla decaer
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